Las cosas que el covid-19 nos enseñará del retail
Las fábricas paran, los índices bursátiles se hunden, los servicios públicos de transporte se reducen, la gente se queda en casa… De febrero a marzo, en apenas un mes, el mundo sufre un cambio drástico a causa del Covid-19.
No obstante, en medio del desconcierto general y con millones de personas confinadas en sus casas aún existen sectores que trabajan a toda máquina para evitar el colapso social. Hablamos por supuesto de colectivos modélicos como el sanitario, el de cuerpos y fuerzas de seguridad del estado o el de personal de supermercados que hace posible el abastecimiento.
El Covid-19 y el sector del retail
Es ese último sector, el del retail, el que hace apenas dos meses salió a debate público. Con productos hortofrutícolas que salían de la huerta a precio de saldo, los productores veían cómo sus frutas y
verduras se vendían mucho más caras en las cadenas de supermercados. Más allá del exceso de oferta de productos y la entrada de competidores extranjeros al mercado, se acusaba a los intermediarios de la cadena de suministro de quedarse con buena parte del beneficio que los agricultores no percibían sin agregar un valor real.
Si bien es cierto que la pérdida de los agricultores es un problema grave que se debe atajar más pronto que tarde, no es menos cierto que el famoso virus Covid-19 ha puesto de relieve el valor que generan todos los intermediarios de la cadena de suministro. En plena crisis económico-sanitaria de envergadura mundial, no se contempla la posibilidad del tan temido desabastecimiento. En medio del desastre, todo el mundo puede seguir llenando su cesta de la compra. Ese acto tan básico, es gracias a figuras como mayoristas, minoristas, distribuidores, transportistas, reponedores, cajeros etc.
La importancia de los sectores más primarios
Del coronavirus de Wuhan aprenderemos muchas cosas y tendremos que cambiar otras tantas. En lo que respecta a la alimentación y la cadena de suministro aprenderemos, entre otros, la importancia de la eficiencia y la calidad. Aprenderemos a valorar lo trascendental que es evitar el desperdicio alimenticio, lo urgente que es mejorar la trazabilidad de los alimentos para garantizar un control fitosanitario y lo que supone tener una distribución efectiva y de calidad a la hora de poder hacer algo tan esencial como la compra.
Tarde o temprano la gente se concienciará sobre estos temas. Y la sociedad exigirá cambios. Mientras tanto, desde CLCircular seguiremos trabajando por ellos.